Enchapado y Lustre (parte 2)

Buenas....de nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia, como cantaba el Maestro Cafrune en Luna Cautiva.
Voy a continuar con la publicación anterior, donde dejé la caja enchapada y lijada, lista para aplicar el sellador.
Un comentario, Marcela se encargó de castigarme por mis expresiones respecto de los favores femeninos, le tuve que explicar que los favores buscados son lavar, planchar y limpiar, no me creyó.
Volviendo al enchapado y lustre, la publicación consta de dos partes:
Parte 1 - Enchapado
Parte 2 - Lustre a Muñequita

Ahora seguimos con el Lustre.

Disculpen, antes de continuar, les comento que luego de realizar cursos de restauración, fue la marquetería la actividad que más me gustó, entonces comencé a practicar con el corte de chapas de madera. Resulta que tengo predilección por los diseños tribales, pero como generalmente terminan en punta, tuve que ejercitar bastante para llegar a plasmar en madera un diseño tribal, a continuación los resultados de las prácticas mencionadas:

Por supuesto que el tipo sigue buscándole la vuelta al tema, la caja del ángulo inferior derecho, ya tiene incrustaciones de nácar (las estrellas).

Volviendo al Lustre, los materiales:
Cajita de pino monona enchapada y lijada 1 unidad.
Cinta de papel (tipo pintor) diferentes anchos, cantidad necesaria.
Hojas de lija N°220 y 400.
Goma laca, preparada según indicación anterior, cantidad necesaria.
Piedra pómez en polvo, cantidad necesaria.
Aceite de lino clarificado, cantidad necesaria.
Alcohol de buena calidad (96%), cantidad necesaria.
Pincel viejo con cerda corta, 1 unidad.
Trapo de algodón blanco, cantidad necesaria.
Algodón, cantidad necesaria.
Guantes de látex, 1 par

Proceso:
Colocar en un frasco con cierre hermético, unos 100ml. de goma laca y agregar la piedra pómez hasta obtener una consistencia similar al yogurt líquido, ni muy espesa ni muy chirle.

Con el pincel embadurnar la totalidad de la superficie de la caja, el pincel debe ser duro, no se trata de pintar, sino de distribuir firmemente el tapa poros por la superficie, tratando de rellenar los huecos que quedan entre las chapas. Dejar secar.

Una vez seco, media hora aproximadamente, lijar con lija N°220 toda la superficie, retirando el sobrante de tapa poros, usen mascarilla, la piedra pómez vuela por toda la habitación.

Limpiar con un trapo seco la superficie para retirar el polvo y aplicar con un paño el aceite de lino, humedecer apenas el paño, muy poco aceite, no debe quedar líquido en la superficie. Colocar sobre un papel absorbente (rollo de cocina) y dejar reposar un par de días. La idea es que la madera absorba el aceite.

Mientras tanto armamos la muñequita con el algodón y el trapo.
Tomar un poco de algodón y darle una forma rectangular.

Doblar por la mitad y llevar los extremos superiores hacia el centro, nuevamente llevar los vértices laterales hacia el centro.

Colocar un trozo de la tela de algodón en diagonal, ubicar el algodón en el centro y cerrar la tela desde los laterales hacia abajo, ejerciendo la mayor tensión posible sobre la tela. Retorcer los extremos a fin de tensar esta última, evitando que queden pliegues.

Las muñequitas se usan y se guardan (en frascos herméticos), ya que la tela se va asentando y a medida que las usamos el lustre resulta más parejo. Para este trabajo usé una muñeca ya existente, me acompaña desde hace años. Suena extraño, pero es así, tengo varias muñecas que me siguen, en un frasco!!.

Abrir la muñeca y humedecer el algodón con goma laca.

Cerrar la muñeca, tensando la tela y presionar fuertemente para retirar el exceso de goma laca, la muñeca debe quedar ligeramente humedecida. En caso contrario, la superficie puede saturarse y hay que lijar para retirarla. Una buena práctica es apoyar la muñeca sobre un papel (del tipo almacenero) para que absorba el sobrante.

Con la muñeca húmeda comenzar a realizar círculos sobre la superficie de la caja, sin realizar presión, la muñeca debe deslizarse suavemente. Luego ochos y finalmente líneas en el sentido de la veta. Los círculos y los ochos son para darle cuerpo al laqueado, las líneas uniforman la goma laca.
Después de la primera mano, dejar descansar un par de horas y aplicar la segunda, solamente con movimientos en línea recta.
A medida que la muñeca se va secando comienza a pulir la goma laca.

Repetir el proceso las veces que quieran, mientras más capas de laca van agregando, más brillo va tomando la pieza, hasta llegar a un lustre espejo, donde la última mano se aplica con alcohol solamente en la muñeca.

El interior lo forré con papel afelpado.
Resultado:

Niños y niñas, este es un trabajo para enfermos obsesivos, esta caja tiene unas 12 manos de lustre y cada vez que la veo, le doy otra más.
Esta cajita es para Ana, que con tanto afecto nos acompañó y acompaña.
Por último les muestro una cajita para fichas de póquer, se la hice a mi amigo Hugo, que se la debo desde hace unos 3 años y ahora me decidí a terminarla.

Saludos y gracias por los comentarios.